¿Cambia nuestra forma de dormir al convertirnos en padres?

Con los constantes despertares nocturnos, la alimentación del bebé y el nuevo ritmo de vida al que poco a poco nos adaptamos, poder dormir una noche completa parece un sueño lejano. De hecho, se calcula que en el primer año de vida, los padres pierden más de 700 horas de sueño, funcionando prácticamente en automático.

Esta falta de descanso no solamente se debe a que el bebé se despierte porque nos necesita, hay algo en los padres que ha cambiado. Esto en realidad sucede desde el embarazo, donde la embarazada comienza a despertarse frecuentemente durante la noche, especialmente durante el tercer trimestre.

La explicación es que el cuerpo se prepara para la lactancia, y de alguna manera, el cerebro se está preparando para el momento en el que nacerá el bebé. Se pasa de tener un descanso «normal» a estar en modo de alerta. Este es un mecanismo totalmente natural, cuya función es la de garantizar la supervivencia del bebé a través de la alimentación y el cuidado.

Es por esto que, hasta el más mínimo ruido o movimiento hace que nos despertemos fácilmente: estamos en alerta constante. Tenemos los ojos cerrados pero el resto de nuestros sentidos, como el oído al escuchar el llanto del bebé, están siempre alerta para poder actuar en cuanto se necesite.

La buena noticia, es que esa etapa en la que despertamos constantemente y dormimos bastante mal, suele limitarse al postparto, y en cuestión de meses el bebé comenzará a dormir más horas de corrido por las noches.

Fuente: www.bebesymas.com.ar