Científicos del CONICET mejoran la preservación de pulmones donados con células madre

Solo un 8% de los pulmones que son donados están en condiciones de ser trasplantados. Gracias a este proyecto el porcentaje aumentaría y se salvarían más vidas.
Un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) desarrollaron un tratamiento para prolongar la preservación de los pulmones que fueron donantes. Para alcanzar este objetivo y aumentar la cantidad de órganos disponibles para quienes los necesiten, los científicos utilizaron células madre. El proyecto fue publicado en la revista de divulgación científica Stem Cells International.

El trabajo tomó relevancia el año pasado, sobre todo cuando se aprobó la “Ley Justina”, mediante la cual se estableció que toda persona mayor de edad, amenos que exprese claramente su voluntad contraria, será donante de órganos. A pesar de esto, los investigadores advierten que, si bien se registró un aumento de las trasplantes, la realidad en torno al pulmón no tuvo cambios significativos.

De hecho, según datos del INCUCAI, se llevan adelante 40 trasplantes pulmonares por año, un número insuficiente si se tiene en cuenta que hay cerca de 230 pacientes en lista de espera. Esto quiere decir que muchas personas no llegan nunca a recibir el órgano que necesitan. Esta escasez no se debe solo a la falta de donación sino a los estrictos criterios de selección que se deben cumplir. Solo el 8% llega a reimplantarse, ya que es muy difícil preservar su funcionalidad y muy fácil dañarlo en el proceso de obtención.

Ante esta realidad, los científicos se fijaron el objetivo de mejorar la calidad de los pulmones donados. Así, el estudio estuvo liderado por el investigador del CONICET Gustavo Yannarelli, director del Laboratorio de Regulación Génica y Células Madre del Instituto de Medicina Traslacional, Trasplante y Bioingeniería (IMeTTyB, Universidad Favaloro-CONICET). Además, contó con la colaboración de Martin Marcos, perteneciente a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y de Alejandro Bertolotti, del Hospital Universitario Fundación Favaloro.

“Desde que se obtiene el órgano hasta que se implanta en el receptor pasan generalmente entre seis y ocho horas, tiempo en el cual el pulmón está en isquemia, es decir, no tiene circulación ni tampoco está ventilando. Esto produce un desbalance oxidativo en el órgano que deriva en infiltrado celular, edema y pobre intercambio gaseoso. Para contrarrestarlo, suministramos células madre mesenquimales al pulmón, que por sus propiedades antiinflamatorias, evitan esta cascada de eventos dañinos y maximizan la preservación del órgano”, explicó la científica Natalia Pacienza. Ya al iniciar el proyecto los investigadores eran conocedores de las características antiinflamatorias y inmunosupresoras de las células madre obtenidas del cordón umbilical.

“Se demostró que la terapia celular, en etapas tempranas del proceso de procuración, protege a los pulmones donantes del daño isquémico y pone en evidencia su enorme potencial terapéutico en el área de preservación de órganos”, explica Yannarelli. De hecho, tras probarlo en animales, Pacinza señaló que los pulmones que no fueron expuestos a las células perdieron cerca de un 60% de la distensibilidad pulmonar, mientra que los que sí estuvieron en contacto con las células madre apenas perdieron el 30%. “Obviamente la isquemia sigue ocurriendo, eso no se puede evitar, pero se preservó mejor el tejido pulmonar”, añadió.

Tras comprobar que realmente la terapia celular mejora la calidad de la preservación de los pulmones donados, el científicos señaló que “aún no hemos estudiado qué sucede en ese órgano una vez que es implantado. Actualmente, estamos perfeccionando la técnica microquirúrgica para realizar en nuestro laboratorio el trasplante pulmonar en modelos animales. Nuestra ambición es poder aumentar el número de pulmones disponibles para trasplante”.