¿Cuándo realizar la Ecografía Obstétrica Especializada?

El ultrasonido ha tomado un rol destacado junto a algunos métodos bioquímicos y colaboran de manera importante en la evaluación clínica-obstétrica. El enfoque actual del control del embarazo no es ir detrás de las manifestaciones clínicas sino anticiparse intentando predecir las posibles complicaciones obstétricas,  para de esta manera efectuar un control diferenciado.
Del mismo modo, se ha complejizado o modificado el uso del ultrasonido obstétrico, agregando al estudio habitual del feto y su medio ambiente otros datos importantes que varían según la edad gestacional.

Al final del primer trimestre, el tamaño fetal permite con los equipos modernos de mayor resolución, ya sea por vía transabdominal o transvaginal, realizar el primer estudio morfológico detallado fetal e investigar, utilizando de manera complementaria la bioquímica, el grado de riesgo para aneuploidías (es decir, anomalías en el número de cromosomas). También se investigan marcadores para cardiopatías congénitas, lo que es muy importante dado que tiene gran prevalencia en nuestra población. Asimismo posibilita la investigación del riesgo que existe para Preeclampsia y restricción de crecimiento intrauterino (RCIU), que se realiza mediante la determinación del Doppler, tensión arterial y bioquímica.

La ecografía del segundo trimestre realizada entre semanas 18 y 24 de gestación está enfocada a realizar un análisis morfológico detallado. Detecta un alto porcentaje (aunque no la totalidad) de las anomalías congénitas. Opcionalmente se puede agregar en este período la medición por vía transvaginal de la longitud cervical para predecir en un porcentaje importante si existen posibilidades de un nacimiento anticipado.

En el estudio del tercer trimestre, entre semanas 30 y 36, se investigan indicadores de salud fetal. 

Estos niveles de control adaptados a cada paciente según la edad gestacional, están en concordancia con los principios postulados de la Fetal Medicine Foundation (FMF) y adaptados a nuestra realidad.

Si bien, no se han de predecir todos los inconvenientes (problemas o intercurrencias) del embarazo, la estratificación de la población con estos controles especializados va a permitir establecer el seguimiento individualizado de la embarazada según el grado de riesgo.