Un descubrimiento empuja las esperanzas contra el Parkinson y el ELA

Un grupo de investigadores portugueses de las universidades de Coimbra y de Minho descubrió que una molécula segregada por células madre aumenta el canal de comunicación entre neuronas, lo que podría favorecer la cura de estas enfermedades.
El descubrimiento es ‘innovador’, según el estudio publicado en la revista Nature, ya que el crecimiento de los axones (canales de comunicación) entre las neuronas puede ser crucial para curar Parkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA) u otras como las lesiones vertebro-medulares.

Según la Universidad de Coimbra, que divulgó hoy las conclusiones del estudio, la molécula en cuestión ha sido denominada por los investigadores como ‘factor neurotrófico derivado del cerebro’.

Los científicos usaron la molécula del secretoma (sustancias que segrega una célula) de las células madre y la aplicaron en neuronas.

Uno de los participantes en la investigación, Luís Martins, del Centro de Neurociencias (CNC) de la Universidad de Coimbra, explicó que ‘la investigación partió de los problemas de la eficacia del trasplante de las células madre en el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central’.

De esta manera, se centraron en el estudio de las moléculas libertadas a través del secretoma de las células madre del cordón umbilical humano para, así, ‘comprender su función en el crecimiento de los axones’.

Ramiro de Almeida, coordinador de la investigación y miembro del CNC, aseguró que ‘el secretoma puede ser una alternativa al trasplante, ya que las moléculas de las células madre responsables de la regeneración pueden ser aplicadas sin la necesidad de la presencia de las propias células madre’.

El científico también aseguró que ‘esta propuesta es más fácil y acarrea menos riesgos, ya que en un futuro próximo se podrá aplicar el secretoma en enfermos de una manera personalizada’.

Otro factor relevante del estudio es que el sistema nervioso central (donde actuarían las moléculas de las células madre) tiene una capacidad de regeneración inferior al del sistema nervioso periférico, de ahí que se piense que el descubrimiento se podrá aplicar en pacientes de parkinson o de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

La iniciativa fue desarrollada mediante cámaras ‘microfluidas’, compuestas por una placa a base de silicona que lleva dos compartimentos unidos por túneles largos y estrechos.

En dichos túneles fueron colocadas las neuronas y se observó que crecían cuando atravesaban los túneles y alcanzaban el compartimento opuesto, como si se tratara de las raíces de una planta.

Científicos del Instituto de Salud (ICVS) de la Universidad del Minho y del CNC de la Universidad de Coimbra fueron los que practicaron el proyecto científico.

Fuente: Revista Nature