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El sueño y los recién nacidos

Los recién nacidos aún no tienen conciencia del día y la noche. Duermen a lo largo de las 24 horas del día y, puesto que sus pequeños estómagos no retienen suficiente leche materna o de fórmula como para mantenerse satisfechos durante mucho tiempo, se despiertan con frecuencia para comer, sin importar la hora del día o de la noche que sea.

Según la Fundación Nacional del Sueño de EE.UU. (NSF, por sus siglas en inglés), los bebés recién nacidos deben dormir de 14 a 17 horas en cada período de 24 horas.

Los recién nacidos se despiertan cada pocas horas para comer. Los bebés amamantados se alimentan con mayor frecuencia, aproximadamente cada 2-3 horas. Los bebés que se alimentan con mamadera se suelen alimentar con menos frecuencia, aproximadamente cada 3-4 horas.

Cuando un recién nacido duerme durante períodos más largos de tiempo, se le tiene que despertar para que se alimente. Despierte a su bebé cada 3-4 horas para comer hasta que muestre una buena ganancia de peso, lo que suele ocurrir en las primeras semanas de vida. A partir de entonces, podrá dejar dormir a su bebé durante períodos de tiempo más largos por la noche.

Los primeros meses de la vida de un bebé pueden ser los más duros para los padres, que se pueden tener que despertar muchas veces por la noche para atenderlo. Cada bebé tiene su propio patrón de sueño. Algunos empiezan a dormir «toda la noche de un tirón» (de 5 a 6 horas seguidas) cuando tienen de 2 a 3 meses de edad, pero hay otros que no.

¿Cómo ayudarlo a dormir?

Cada recién nacido sigue su propio patrón. A lo largo del siguiente par de semanas o meses, usted y su bebé empezarán a elaborar su propia rutina.

Es posible que al cerebro de su bebé le lleve varias semanas aprender a distinguir entre el día y la noche. Lamentablemente, no hay trucos para acelerar este proceso, pero puede ayudar el hecho de mantener el silencio y la calma durante las tomas y los cambios de pañal nocturnos. Además, de ser posible, deje que su bebé se duerma en su cuna o moisés por la noche para que aprenda que ese es el lugar adecuado para dormir.

No trate de mantener despierto a su bebé durante el día esperando que duerma mejor por la noche. Los bebés que están muy cansados tienen más problemas para dormir por la noche que los que han dormido lo suficiente durante el día.

Si su recién nacido está molesto o inquieto, está bien que lo acune, lo abrace y le cante hasta que se tranquilice. Envolver a su bebé en una sábana o mantita ligera también puede ayudar a calmarlo cuando esté llorando. Durante los primeros meses de vida, es imposible «mimar o malcriar» a un bebé (de hecho, los recién nacidos que se llevan en brazos durante el día tienden a tener menos cólicos y a estar menos inquietos o molestos).

Fuente: www.kidshealth.org