fbpx

Movimientos y comportamiento fetal

El desarrollo del movimiento fetal en la primera y segunda mitad del embarazo ha sido ampliamente estudiado y bien documentado por ultrasonografía. 
Los movimientos fetales comienzan a ser visibles con ultrasonido entre la 7a y 8a semana de edad posmenstrual y pueden ser observados de manera consistente entre la 9a y 10a semana posmenstrual. 

Numerosos patrones de movimiento distintos  han sido descriptos en las primeras 15 semanas de gestación (sobresalto, movimientos generales, hipo, respiración, movimientos aislados de brazo o pierna, retroflexión / rotación aislada y anteflexión de la cabeza, movimientos de la mandíbula, succión y deglución, contacto mano-rostro, estiramiento, bostezo, rotación ), que se parecen mucho a los observados en recién nacidos prematuros y nacidos a término.(1)

           

Los avances recientes en la ecografía han demostrado que los bebés sonríen, lloran y pestañean dentro del útero. Si bien es un acto reflejo, la posibilidad de ver, luego de la semana 22, la sonrisa de un bebé dentro del vientre materno es un momento mágico.(9)

Los bebés menos frecuentemente sonríen en el periodo posparto y  durante las primeras semanas. Según Stuart Campbell, quien fuera referente mundial en medicina fetal, esto podría indicar la existencia tranquila y sin problemas del bebé en el útero y a la adaptación a un ambiente extrauterino nuevo y extraño.

Este mismo autor (7) encontró una correlación significativa entre los movimientos observados con ultrasonido y los registrados por el paciente, lo que dio lugar al control de los movimientos fetales mediante la percepción materna como indicativo de bienestar fetal. Sin embargo, más allá de la ansiedad que se puede generar, hay limitaciones ya que se perciben menos del 40% de los movimientos detectados por ultrasonido.(8)

Existe un periodo aparente de transición fetal entre las semanas 28 y 32 luego del cual se comienzan a manifestar los diferentes estados de comportamiento fetal. (2) Aunque no son idénticos con los estados  de los recién nacidos, estos se aproximan al sueño tranquilo, el sueño con movimientos oculares rápidos -sueño REM- , la vigilia inactiva y la vigilia activa.(3)  

A medida que el feto madura y se aproxima a la semana 36, los parámetros de estado (es decir, frecuencia cardíaca fetal, movimientos corporales y movimientos oculares) gradualmente comienzan a ciclar juntos.(3)  La frecuencia cardíaca se hace más lenta, pero tiene mayor variabilidad y mayor respuesta a la estimulación; los movimientos se reducen en frecuencia  pero son más vigorosos. (2)

Este desarrollo neuroconductual se considera como un reflejo de la integración en el desarrollo del sistema nervioso central.(3) A su vez la ausencia de integración entre la frecuencia cardíaca, el cuerpo y los movimientos oculares del ojo pueden indicar alteración  de los mecanismos de control regulados por el cerebro.(3) 

Hay evidencia de que la frecuencia cardíaca y las manifestaciones conductuales en el feto son comparables a las observadas en recién nacidos y niños. (11-13)  Además se ha demostrado una correlación significativa entre la duración del sueño tranquilo en el período fetal y el neonatal. También entre la actividad fetal y el temperamento tardío del bebé. (3)(5)(6)10)  

Un pregunta frecuente es si hay alguna diferencia entre los sexos.  Algunos autores describen mayor actividad de fetos con sexo masculino, aunque este hallazgo no es aceptado por todos los autores. (4-6)(10) 

 

Dr. José Ochoa

Director Médico de Diagnus SA

Docente de FMF LA y SAUMB

Ex Presidente de la SADIPT

Consultor de Medicina Fetal de Maternidad Nacional. UNC

Bibliografía
  1. de Vries JIP, Visser GHA, Prechtl HFR The emergence of fetal behaviour. I. Qualitative aspects. Early Human Development 1982; 7(3): 301-322.
  2. DiPietro JA, Hodgson DM, Costigan KA, Hilton SC, Johnson TRB Fetal neurobehavioral development. Child Development 1996ª; 67:2553–2567.
  3. DiPietro JA, Costigan KA, Pressman EK. Fetal state concordance predicts infant state regulation. Early Human Development. 2002; 68: 1–13
  4. Robles de Medina PG, Visser GHA, Huizink HC, Buitelaar JK, Mulder EJH.Fetal behaviour does not differ between boys and girls. Early Human Development. 2003; 73:17–26.
  5. Almli CR, Ball RH and Wheeler ME. Human fetal and neonatal movement patterns: Gender differences and fetal-to-neonatal continuity. Dev Psychobiol. 2001; 38:252-273.
  6. Campbell DW, Eaton WO. Sex differences in the activity level of infants. Infant and Child Development. 1999; 8:1-17.
  7. Gettinger A, Roberts AB, Campbell S. Comparison between subjective and ultrasound assessments of fetal movement. Br Med J. 1978; 2:88-90.
  8. Hijazi ZR, Callan SE and East CE. Maternal perception of foetal movement compared with movement detected by real-time ultrasound: an exploratory study. Aust N Z J Obstet Gynaecol. 2010; 50:144-147.
  9. Kawakami F, Yanaihara T. Smiles in the fetal period. Infant Behav Dev; 2012 35(3):466-471.
  10. Lee E. Ping H. Sex differences in fetal activity and childhood hyperactivity. Infant Behavior & Development 35 (2012) 466–471
  11. Groome LJ, Swiber MJ, Atterbury JL, Bentz LS, Holland SB. Similarities and differences in behavioral state organization during sleep periods in the perinatal infant before and after birth. Child Dev 1997; 68(1):1–11.
  12. Junge HD. Behavioral states and state related heart rate and motor activity patterns in the newborn infant and the fetus antepartum: a comparative study. J Perinatal Med 1979; 7:85–107.
  13. Pillai M, James D. Are the behavioural states of the newborn comparable to those of the fetus? Early Hum Dev 1990; 22:39–49.