Pileta + ejercicios

Aprovecha tus baños en la pileta para mantenerte en forma. El medio acuático es ideal para poner a tono tus músculos y disfrutar de la sensación de haberte liberado de tu peso extra.
La natación es uno de los deportes más recomendados en el embarazo. Sus ventajas son múltiples tanto a nivel físico como mental. Nadar mejora el tono muscular de miembros inferiores, superiores, abdominales y dorsales, lo que disminuirá molestias propias del embarazo y te preparará para el parto. Además, activa tu circulación favoreciendo la eliminación de líquidos y previniendo la aparición de varices.

Si te gusta nadar  y estás embarazada, lo podrás seguir haciendo pero tomando los recaudos necesarios. Lo primero que debés hacer es adaptar los estilos de nado.

  • Si podés nadar espalda, pero debés hacerlo de una forma más lenta que la habitual, sin sobre exigirte.
  • En relación al crowl, lo podés nadar en forma completa y también con elementos. Usando tablas y otros accesorios acuáticos.
  • Si vas a nadar pecho, lo debés hacer con accesorios (tablas o flotadores) y no de forma completa para no hiperextender la zona lumbar.
  • No podrás nadar estilo mariposa, ya que necesita demasiado esfuerzo para el cuerpo y puede no hacerle bien ni a vos ni al bebé.
  • Siempre debés acompañar la actividad acuática con la respiración adecuada y hacer pausas de recuperación
    entre un ejercicio y otro.
  • Reservá siempre unos minutos antes de salir de la pileta para dedicarlos a la relajación. Lo ideal es que sean 10 minutos como mínimo, para aflojar el cuerpo y sentirte bien liviana. Un ejercicio efectivo y muy placentero, es tomar  2 flotadores y colocarte uno debajo de las rodillas y el otro debajo de la cabeza. En esa posición podrás relajar todo el cuerpo y sentir una gran sensación de bienestar.