Problemas para dormir en el embarazo y como solucionarlos

Los padres que están esperando a un hijo saben que les resultará difícil dormir bien durante los meses posteriores al nacimiento del bebé. Pero, ¿quién iba a decir que dormir bien durante el embarazo iba a ser tan difícil?
De hecho, es posible que usted duerma más de lo habitual durante su primer trimestre de su embarazo. Es normal que se sienta cansada mientras su cuerpo trabaja en proteger, cuidar y favorecer el desarrollo de su bebé. La placenta (el órgano que nutre al feto hasta el momento del nacimiento) se está formando, su cuerpo está fabricando más sangre y su corazón está latiendo más deprisa.

Suele ser más adelante en el embarazo cuando la mayor parte de las mujeres tienen dificultades para dormir lo suficiente y de forma ininterrumpida.

¿Por qué puede ser difícil dormir durante el embarazo?

El aumento progresivo del tamaño del feto tal vez sea la principal razón de los problemas para dormir durante el embarazo, ya que se hace difícil encontrar una postura cómoda para dormir. Si siempre ha dormido boca abajo o boca arriba, le puede costar habituarse a dormir de lado (como recomiendan los médicos). Además, cambiar de postura en la cama le irá resultando más difícil a medida que el embarazo avance y su cuerpo vaya aumentando de tamaño.

Otros síntomas frecuentes que pueden crear interferencias en el sueño son los siguientes:

  • necesidad de orinar con más frecuencia: sus riñones están trabajando más de lo normal, al tener que filtrar un mayor volumen de sangre, y este proceso de filtrado genera más orina. Además, a medida que crezca el bebé y que su útero aumente de tamaño, la presión que ejerza sobre su vejiga también aumentará. Esto implica una mayor cantidad de idas al baño durante el día y la noche.
  • aumento del ritmo cardíaco: su ritmo cardíaco aumentará para bombear más sangre al útero.
  • falta de aire: el aumento de las hormonas del embarazo hará que usted respire más hondo. Tal vez tenga la sensación de que se debe esforzar más al inspirar. Más adelante, sentirá que la respiración le resulta más difícil a medida que su útero vaya aumentado de tamaño, ocupe más espacio y presione el diafragma (el músculo que se encuentra debajo de los pulmones).
  • calambres en las piernas y dolor de espalda: el peso de más que está llevando puede contribuir a que tenga dolores en las piernas y/o en la espalda. Durante el embarazo, el cuerpo también fabrica una hormona llamada relaxina, que ayuda a prepararse para el parto. Uno de los efectos de la relaxina es la laxitud de los ligamentos de todo el cuerpo, lo que hace que las mujeres embarazadas sean menos estables y más proclives a sufrir lesiones, sobre todo en la espalda.
  • acidez y estreñimiento: muchas mujeres tienen acidez, que es cuando el contenido del estómago hace reflujo y sube hacia el esófago. Durante el embarazo, el funcionamiento de todo el aparato digestivo se enlentece, de modo que la comida permanece más tiempo en el estómago y en los intestinos, lo que puede provocar acidez y estreñimiento.

Consejos para dormir bien

Cuando esté desesperada por tener un sueño reparador, le pueden parecer sumamente atractivos los medicamentos para dormir de venta sin receta médica, incluyendo las plantas medicinales. Pero recuerde que no son recomendables para las mujeres embarazadas.

En lugar de ello, siga los siguientes consejos para mejorar sus probabilidades de dormir bien por la noche durante el embarazo:

  • Reduzca al máximo las bebidas que contengan cafeína, como las colas, el café y el té. Consúmalos solo por la mañana o pronto por la tarde.
  • Evite tomar mucho líquido o hacer una comida completa pocas horas antes de irse a dormir. (Pero asegúrese de ingerir una cantidad suficiente de nutrientes y líquidos a lo largo del día). Si lo que la mantiene despierta son las náuseas, coma unas galletas saladas antes de irse a dormir.
  • Desarrolle una rutina de acostarse y levantarse a las mismas horas cada día.
  • Evite hacer ejercicio intenso antes de irse a dormir. En vez de eso, haga algo que sea relajante, como leer un libro o tomarse una bebida caliente, sin cafeína, como leche con miel o una infusión.
  • Si lo que la despierta son los calambres, presione el pie contra la pared o póngase de pie, apoyando todo su peso en la pierna afectada.  Así mismo, asegúrese de que su dieta contiene una cantidad suficiente de calcio y magnesio, sustancias que reducen la aparición de calambres. Pero no tome ningún suplemento alimenticio sin consultarlo antes con su médico.
  • Asista a clases de yoga o aprenda otras técnicas de relajación que la ayudarán a relajarse tras un día ajetreado.
  • Si el miedo o la ansiedad relacionados con ser madre son los que le impiden conciliar el sueño por la noche, considere la posibilidad de inscribirse en clases de preparación para el parto y/o sobre el cuidado del bebé. Estar más informada y relacionarse con otras mujeres embarazadas le pueden ayudar a mitigar o eliminar los miedos que la mantienen despierta por la noche.

 

 

Fuente: www.kidsheakth.org