Terapia con células madre creada en Chile ayuda a pacientes cardíacos

Investigadores de la Universidad de los Andes, junto a profesionales de su spin-off Cells for Cells (C4C), desarrollaron una terapia para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca.
A través del uso de células madre del cordón umbilical, científicos chilenos han logrado diseñar una terapia que ayuda al tratamiento y mejora la calidad de vida de pacientes con cardiopatías e insuficiencia cardíaca.

El procedimiento consiste en inyectar por vía endovenosa células madre extraídas de la sangre del cordón umbilical. Lo habitual en experiencias similares es utilizar células obtenidas de la médula ósea.

«Pensamos utilizar células que tuvieran una potencialidad biológica mayor a las que se usaban hasta ahora; entonces llegamos a las células del cordón umbilical: es posible conseguirlas de forma fácil, ya que son donadas por las madres tras el parto», explica el doctor Jorge Bartolucci, cardiólogo de la Clínica Santa María y uno de los autores de la investigación, en la que también participan la Clínica Dávila, la U. de los Andes y la empresa Cells for Cells.

El cordón umbilical es una rica fuente de células madre, las cuales una vez recolectadas se multiplican a nivel de laboratorio y se congelan para su uso. «Con un solo cordón podemos hacer muchos tratamientos», precisa Bartolucci.

En la investigación local, que se inició hace cuatro años y en la que participan 30 pacientes con insuficiencia cardíaca, estas células se han inyectado en la mitad de los participantes, mientras un segundo grupo recibía un placebo. En ambos casos, tanto las células madre como el placebo se administraban junto a una terapia farmacológica.

Este procedimiento tarda alrededor de una hora, tras lo cual el paciente queda en observación por cuatro a seis horas, para ser dado de alta y continuar con evaluaciones frecuentes.

«La idea del estudio era probar sobre todo dos aspectos: seguridad y eficacia», enfatiza Bartolucci. Y ambas cosas se han conseguido. Pese a tratarse de una terapia alogénica, es decir, con células de donante y no del mismo paciente, ha mostrado una baja respuesta inmune y no hubo rechazo.

Entre los pacientes que recibieron las células madre, se observó una mejora en su función ventricular (la capacidad de bombear sangre). «La terapia hace efecto en forma gradual; entre el tercer y sexto mes de tratamiento comienza a producirse una mejoría». El grupo control no mostró cambios.

«No hemos demostrado, ni nadie lo ha hecho hasta ahora, que esto genera más músculo cardíaco o más vasos sanguíneos, como sí se ha visto en ratas. Pero sí sabemos que los componentes antiinflamatorios que secretan las células tienen un efecto en el músculo enfermo, que hace que mejore su función», precisa Bartolucci.

Los buenos resultados logrados hasta ahora fueron publicados en la revista científica Circulation Research -perteneciente a la Asociación Estadounidense del Corazón-, una de las más importantes en el área de la cardiología.

Los pasos siguientes son realizar un estudio en un mayor número de pacientes. Eso permitirá definir, entre otras cosas, con qué frecuencia se debe repetir la terapia y cuántas células son suficientes para producir un beneficio claro. «No sabemos cuánto dura el efecto de cada intervención, pero según cada paciente y su nivel de daño y respuesta, debería repetirse con una frecuencia de doce meses».

Fuente: El Mercurio