Hipo del bebé dentro de la panza

Todos hemos tenido hipo alguna vez, y en los bebés es bastante más frecuente debido a la inmadurez de su sistema digestivo y nervioso. Pero probablemente te sorprendas al saber que, ya en el útero, el bebé puede hipar. De hecho, el hipo es uno de los primeros patrones de actividad que tiene el feto, y este reflejo empieza a desarrollarse a partir de la semana 9 de gestación.

El hipo se produce por contracciones involuntarias del diafragma, un músculo que está en la base de nuestros pulmones e interviene en la respiración. El espasmo que produce cuando se contrae provoca el cierre rápido de las cuerdas vocales, generando el típico «¡hip!», que se repite con cada contracción.

Cuando está en el útero, el bebé traga líquido amniótico de la placenta para ejercitar el sistema digestivo, mientras que sus pulmones ensayan movimientos de respiración. Se cree que la inmadurez de su sistema nervioso es lo que provoca las contracciones en su diafragma, ocasionando el hipo.

El hipo forma parte del correcto desarrollo del bebé en el útero, además de servir de entrenamiento a sus pulmones y de ejercitar la succión y la deglución, funciones básicas para su supervivencia cuando nazca.

¿En qué momento se empieza a sentir el hipo fetal?

Suele ser entre la semana 26 y 28 de embarazo cuando la madre comienza a sentir el hipo de su bebé, aunque al principio es probable que no sepa identificar de qué se trata. Y es que si ha comenzado a sentir sus pataditas, se dará cuenta de que estos nuevos movimientos son completamente diferentes.

El hipo fetal se siente como unas pequeñas sacudidas rítmicas que se suceden durante varios minutos -o incluso horas-, siempre con la misma frecuencia. Estos episodios pueden repetirse varias veces a lo largo del día, especialmente a medida que avanza el embarazo.

Fuente: www.bebeymas.com