La importancia de la alimentación: por qué la comida chatarra antes del embarazo afecta la leche materna

Según una investigación la mala alimentación afecta negativamente a la leche materna y a la salud del bebé, incluso antes de que el niño sea concebido.

Se sabe que la comida chatarra, también conocida como rápida o procesada, no es buena para la salud. Este tipo de alimentación, favorece a posibles enfermedades crónicas como el cáncer. La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé. La leche humana está perfectamente diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales e inmunológicas protegiendo a los niños y niñas de enfermedades comunes, a corto y a largo plazo.

Asimismo, los beneficios van más allá de los chicos, ya que también se extienden a la madre y a la salud pública, disminuyendo el riesgo de mortalidad infantil. Como en muchas prácticas de salud, la pandemia de coronavirus también impactó en el amamantamiento al provocar un retroceso en la promoción y el apoyo de esta herramienta natural de vital importancia para generar un mundo más saludable.

¿Qué sucede cuando una futura madre consume una dieta rica en azúcar y grasas, como hamburguesas, papas fritas y bebidas gaseosas? Una investigación reciente indica que puede afectar negativamente a la leche materna y a la salud del bebé, incluso antes de que el niño sea concebido. El nuevo estudio que utiliza ratones de laboratorio ha descubierto que incluso el consumo relativamente corto plazo de una dieta de comida rápida afecta a la salud de las mujeres, reduciendo su capacidad para producir leche materna nutricional después de dar a luz. Esto puede afectar al bienestar del recién nacido, así como aumentar el riesgo de que tanto la madre como el niño desarrollen afecciones potencialmente mortales como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes en etapas posteriores de la vida.

Además, se conoce que una dieta alta en grasas y azúcar contribuye al aumento del índice de masa corporal (IMC) y obesidad no solo en los países desarrollados, sino también en los países en desarrollo en urbanización. Como resultado, poco más de la mitad de las mujeres (52,7%) en muchas poblaciones de todo el mundo tienen sobrepeso o son obesas cuando conciben, lo que provoca problemas tanto para lograr como para mantener un embarazo saludable.

El profesor Sferruzzi-Perri dijo que es importante que las mujeres sean educadas sobre cómo llevar una dieta saludable y equilibrada antes de intentar quedar embarazadas, así como durante el embarazo y después. También le gustaría ver más apoyo para el embarazo adaptado a las madres individuales, incluso si se ven exteriormente saludables. “Se trata de tener una dieta de buena calidad para que la madre tenga leche de buena calidad para que el bebé pueda prosperar”, dijo.

La importancia de los primeros 1000 días

La licenciada Nadia Hrycyk (MN 5430 Nutricionista- UBA), en una nota para Infobae, sostuvo que cada vez mas estudios científicos demuestran que una nutrición adecuada en las primeras etapas de la vida influye en el crecimiento, el desarrollo y en la prevención de enfermedades que puedan desarrollarse en la edad adulta. “Por este motivo se habla de los primeros mil días, que van desde el comienzo del embarazo hasta que el bebe cumple los 2 años de vida, donde influye no solo la genética sino también el ambiente y los hábitos donde se desarrolla ese niño”.

“La calidad de la alimentación de la madre y sus hábitos son fundamentales porque también esta demostrado que la ingesta de alimentos procesados, comidas rápidas, jugos y gaseosas con exceso de grasas y azúcares, durante el embarazo y la lactancia, puede dañar la placenta en el periodo embrionario y aumentar el riesgo de la madre, del bebe o de un niño que recibe cantidades elevadas de azúcar y grasas, de desarrollar enfermedades metabólicas como diabetes, sobrepeso u otras».

“Los primeros mil días es el período mas importante y con mayor oportunidad para incorporar buenos hábitos en la mujer embarazada, como también durante la lactancia y para promover el desarrollo de todas las potencialidades del niño porque es una etapa de mayor plasticidad, se forman órganos y tejidos, y se presenta el mayor desarrollo del potencial físico e intelectual”, sumó Nadia Hrycyk.

Durante el embarazo y la lactancia, “se recomienda que la madre tenga una alimentación saludable basada en proteínas como carnes, huevos, legumbres, frutos secos, rica en calcio y en fibra con la mayor variedad de frutas y verduras”, cuanto mas variada sea la alimentación de la madre, mas sabores va a percibir el bebe en la leche materna porque “esta demostrado que los diferentes alimentos pueden cambiar el sabor de la leche y esto acostumbra al bebe a nuevos sabores y es menos probable que rechace alimentos nuevos cuando comienza la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad”, expresó.

“Es importante destacar que el sistema inmunológico del bebe tiene que ser capaz de combatir infecciones y muchas otras enfermedades, y las responsables de entrenar ese sistema inmune son las baterías del intestino, antes llamado flora intestinal y ahora bien llamado microbiota, y son todos los microorganismos que maduran con el bebe, por eso es importante durante el embarazo y la lactancia evitar los productos procesados con exceso de azúcares y grasas para que la mama tenga la mejor microbiota posible porque las bacterias del intestino materno pasaran al intestino del bebe y también pasaran las mejores baterías de la mama a través de la leche materna lo que representa una buena salud para el bebe a largo plazo”, cerró Hrycyk.

Si bien son múltiples los nutrientes que forman parte de un plan alimentario equilibrado, la incorporación del calcio es clave durante el embarazo y el periodo de lactancia porque el bebé en desarrollo necesita del calcio para formar huesos y dientes, así como también para el desarrollo de su corazón, nervios y músculos.

Fuente: infobae.com